FRENTE AL TORO ESTÁ EL TESORO




Leyendas de Jaén


           Los tesoros de Sierra Mágina

           En materia de leyendas y otras narraciones más o menos fabulosas, uno de los temas que se hacen más repetitivos es el que trata de los tesoros ocultos. Tesoros que subliman sobre todo el sentido material del oro, que simboliza la exaltación de los deseos terrestres y su perversión.

           Pese a su dispersión, encontramos en estos relatos una serie de analogías que nos hacen pensar en su origen llevado al terreno de los símbolos. Veamos el planteamiento general de una leyenda del género que tratamos, ateniéndonos a los seis ejemplos recopilados en Sierra Mágina y que se describen más adelante.

           Según la versión popular más unánime, los moros estuvieron durante siglos acumulando riquezas con las que formaron grandes tesoros. En algunos casos se trataba de monedas de oro y de todo tipo de alhajas (El Tesoro de Cabra, Gallarín y el tesoro del Rey Almanzor) (3); en otros casos consistía en el oro o plata en bruto que ellos habían extraído de las minas (El Tesoro de Belmez), si bien se considera tesoro también al lugar secreto donde se encuentran éstas (El oro de Gualijar).

           En un determinado momento, los moros son derrotados por los cristianos y obligados a huir precipitadamente hacia tierras lejanas, y no pudiendo acarrear sus tesoros, los ocultan en lugares secretos con la idea de regresar algún día a por ellos. En algunos casos dejarán guardianes mágicos que velarán por la seguridad de las riquezas, como es el caso de la Encantá o Aparecía de Belmez, o bien serán ocultadas al amparo de un confuso signo (El tesoro de la frente del toro).

           [...]

           El Tesoro de Sierra Mágina, objeto de nuestro estudio, no es más que la recopilación en esta comarca de una abundante colección de leyendas de tesoros ocultos, de la que hemos escogido una muestra de seis de ellas que creemos son las más representativas. La mayoría de los temas están recogidos de la tradición oral, si bien muchos de ellos no son totalmente originales, encontrándonos versiones parecidas en fuentes literarias y otros textos referidos en ocasiones a lugares muy lejanos.

Manuel Amezcua.- Leyendas del tesoro de Sierra Mágina. Revista de Folklore, núm. 57, 1985. Fundación Joaquín Díaz. En: http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=496


           Según esta leyenda (Frente al toro está el tesoro), un cacique moro temeroso de perder para siempre sus riquezas a manos de los cristianos, las ocultó de manera que algún día pudiera volver a hallarlas valiéndose de una señal. Y dejó grabada en un risco de las estribaciones de la sierra de Huelma la cabeza de un toro con una inscripción que decía: Frente al toro está el tesoro.

           Mucha gente, codiciosa del botín, dedicó todos sus esfuerzos a encontrarlo excavando aquí y allá en la misma dirección de la mirada del toro, pero nadie hallaba el menor rastro de la misteriosa fortuna.

           Un día, un campesino que vivía en las inmediaciones del risco, harto de la presencia de tantos intrusos, golpeó con un azadón la cabeza del toro hasta destruirla por completo. Como nadie volvió a saber nada de la existencia del lugareño, muchos son de la opinión que casualmente había encontrado el tesoro oculto en la frente del toro.

José Gilabert Carrillo, a partir del relato "El tesoro de la frente del toro", de Manuel Amezcua

________


           El Ojo del Buey

           Cuentan que un tesoro se encontraba oculto en un lugar indeterminado del paraje de Jaén conocido como "Ojo del Buey", oquedad natural en la roca del cerro de la Fuente de la Peña por la que salía agua en épocas de abundante lluvia.

           Eran muchos los que, teniéndolo por cierto, cavaban sin descanso a los pies, enfrente y aún más allá, esperando poder hallar el deseado botín, pero en vano.

           Uno tan sólo, más perspicaz que los otros, fue capaz de encontrarlo excavando directamente por encima del ojo, en lo que sería la frente o testuz del imaginario animal (en frente del toro).

José Gilabert Carrillo, a partir de relatos orales

________


           El toro de la catedral

           Al durar tantos años la fábrica de nuestra catedral los animales trabajaban mucho y debían de ser sustituidos, sin embargo el buey es un animal fuerte que aguanta mucho. De la buena fama de este animal llamado buey, salió uno de esos cuentos fantásticos de tesoros ¡cómo no! Y del hecho de que en la fachada de la catedral haya la cabeza de un toro es, decían y lo creían de buena fe las lenguas del vulgo, que era porque un buey duró muchos años trabajando, y que en honor a su aportación lo habían dejado como testigo perenne en piedra. En cambio había otros comentarios, cuentos o leyendas que aseveraban que la cabeza del toro indicaba un lugar donde había un tesoro. El mencionado toro se encuentra bajo los pies de una de las varias estatuas de la fachada. Y de esa segunda versión, leyenda o cuento, es de donde viene trasmitiéndose este dicho de "Frente al toro está el tesoro".

           [...] Cada uno de estas estatuas tiene en sus manos un libro, menos San Fernando que tiene en una mano una espada y en la otra la bola del mundo, o sea como describiéndolo guerrero y conquistador del mundo. Pero el resto de los santos a sus pies tiene cada uno una figura que tiene su símbolo. La figura de cada uno de ellos es: San Juan un águila que simboliza la altura, San Mateo tiene un angelito que simboliza la infancia de Jesús, San Lucas tiene la cabeza de un buey que simboliza el sacrificio de animales, o sea como en el antiguo testamento; (podemos comprobar que nada tiene que ver con el toro que pudo acarrear las piedras, ni con tesoro alguno). San Marcos tiene un león, que simboliza la fuerza y la cabeza de San Juan Bautista.

           [...] Desde luego la fantasía y la leyenda del tesoro de la cabeza del toro tenía más de una versión como ya hemos visto, y ahí por lo tanto es de donde viene la segunda fuente.

Manuel Palacios Zamora.- Dichos y frases de nuestro Jaén, capítulo V.6. Ed. Malepaza, 1999

________


           El toro del castillo

           El tesoro de la frente del toro es, quizá, la más popular de las historias de este género. En la misma comarca he escuchado versiones similares referidas a los castillos de Cambil y a Carchelejo. Aludiendo al castillo de Jaén, encontramos dos versiones muy parecidas descritas por Mozas Mesa y por Eslava Galán.

Manuel Amezcua.- Leyendas del tesoro de Sierra Mágina. Revista de Folklore, núm. 57, 1985. Fundación Joaquín Díaz. En: http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=496


           Dice el escritor (Eslava Galán) que por una apartada estancia del castillo había la cabeza de un toro muy bien labrada, y que tenía esta inscripción: Frente el Toro está el Tesoro. Como ya comentábamos, las gentes siempre han creído en la fantasía de los tesoros escondidos, y que en concreto al ser los moros muy aficionados a estas leyendas o cuentos, en sus construcciones escondían tesoros. [...] De ahí que hubiera más de una versión sobre esto de los tesoros. Unos que si la cabeza del toro de la fachada de la catedral, otros que si por el castillo había otra cabeza de toro que también indicaba un tesoro, que si por Caño Quebrao, que si por el Zumbel, la Fuente la Peña y todos los etcéteras que queramos y nos podamos figurar.

Manuel Palacios Zamora.- Dichos y frases de nuestro Jaén. Capítulo V.6. Ed. Malepaza, 1999


           Según cuenta la leyenda del toro del castillo en una estancia del castillo de Santa Catalina, de Jaén, existía una cabeza de toro esculpida en piedra con un letrero que decía: enfrentedeltoroestaeltesoro.

           A medida que el mensaje iba siendo divulgado, era más y más la gente que se animaba a subir hasta lo alto del cerro, para probar fortuna cavando frente a la misteriosa cabeza.

           Uno de aquellos buscadores de tesoros, cansado de excavar día y noche sin recompensa, se sintió repentinamente burlado. Lleno de furia alzó su picó y lo descargó con fuerza en la testuz del animal y, sorprendido, pudo ver que la cabeza rota le mostraba el tesoro que a tantos otros se había ocultado.

José Gilabert Carrillo, a partir del relato de Rafael Cámara Expósito en
http://iuventa.blogia.com/2004/081902-leyenda-1.-enfrente-del-toro-esta-el-tesoro.php

________




Leyendas foráneas


           La Fuente del Toro de Antequera (Málaga)

           Al regresar a la posada me encontré a Sancho en animada conversación con el posadero y dos o tres colegas suyos. Acababa de contar una maravillosa historia de Sevilla, que mi posadero se esforzaba en superar con otra, también maravillosa, de Antequera.

           -Había una vez -decía- una fuente de una plaza pública; se llamaba "la Fuente del Toro", porque el agua salía por la boca de una cabeza de toro hecha de piedra. Debajo de ella se leía esta inscripción:

           En frente del toro se halla un tesoro.


           Muchos cavaron frente a la fuente, pero en vano, porque no hallaron nada. Por fin, uno que se las daba de entendido descifró en enigma: "En la frente del toro -se dijo- es donde está el tesoro, y soy yo quien lo va a encontrar". Y así, avanzada la noche, vino con un martillo e hizo la cabeza mil pedazos. Y ¿qué creéis que encontró?

           -¡Un montón de oro y diamantes! -gritó Sancho, vehementemente.

           -No encontró nada -dijo el hostelero con frialdad- y destrozó la fuente.

           Los amigos del posadero reventaban de risa, burlándose de Sancho, con lo que me figuro que era una de las bromas favoritas de mi patrón.

Washington Irving.- Cuentos de la Alhambra. El viaje

________



           La Cabeza del Toro de Molino de Carrizales (Cádiz)

           Parecida historia me ha relatado el señor José, un lugareño del Molino de Carrizales, lugar donde se halla la piedra denominada la "Cabeza del Toro", debido a tener en el extremo superior derecho, grabada una hornacina con la forma de las tablas de la ley mosaica. De dicha piedra se cuenta que guardaba un tesoro, consistente en varias barritas de oro, según el dicho anteriormente referido de que "Frente a la cabeza del toro está el tesoro". Muchos lo buscaron infructuosamente y un buen hombre, apodado "Cejas blancas", que trabajaba de cabrero en el Cortijo del Molino de Carrizales, se lo halló por azar.

           Su patrón, el señor Trujillo, le mandó una tarea y este cabrero se sentó frente a la "Cabeza del Toro" para hacer unos ojales a una media lengüeta, cuando al depositar, casualmente, la lezna sobre la piedra en que se hallaba sentado observó que la piedra tenía un hoyo disimulado con argamasa. Intuyendo que allí había algo oculto, lo tapó aún más, con tierra y unas yerbitas, volviendo de noche para vaciar el hueco encontrando unas barritas de oro. Seguidamente, se marchó en una yegua negra lucera, dejando tres barritas de oro a su patrón, a cambio del animal que se llevó. Según me ha dicho el señor José, estas tres barritas están grabadas, desde el pasado siglo, en el cubo del Molino de Carrizales, por encima del rodezno, como recuerdo de este hecho.

Nicolás Martínez.- La Cabeza del Toro. Aljaranda, núm. 24, 1997. En: http://www.tarifaweb.com/aljaranda/num24/art7.htm

________







Volver a la 'Letra T'